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El BANCO LATINO fue fundado en Caracas- VENEZUELA el 17 de Febrero de 1950

El BANCO LATINO fue fundado en Caracas- VENEZUELA el 17 de Febrero de 1950 por una sociedad de banqueros italianos, franceses y venezolanos. Para el 31 de diciembre de 1.990 era el quinto banco del país y para finales de 1.993 era el segundo banco comercial más grande de Venezuela y el número uno en depósitos de ahorro del público, con activos por aproximadamente cinco mil millones de dólares al cambio de la fecha.

A través de sus asociaciones estratégicas con los mas importantes bancos regionales como Banco de Maracaibo, Banco de Occidente, Banco Sofitasa , Banco Capital, Banco Barinas, además con el Banco Internacional, la Sociedad Financiera Fiveca y otros, constituía el primer grupo bancario del país, representativo de mas del 20% de la banca comercial.

Mediante la sociedad financiera, las arrendadoras y almacenadoras, participaba en una elevada proporción de los créditos a mediano plazo, tanto a favor del desarrollo de la industria nacional para la adquisición de bienes de capital, como a favor de particulares para la financiación de automóviles y otros bienes de consumo. Su creciente presencia en el sector asegurador complementaba a estos servicios financieros.
A través de los bancos Hipotecario de Occidente e Hipotecario del Zulia y de las Entidades de Ahorro y Préstamo, Miranda y Central, manejaba más del 30% de la cartera de préstamos hipotecarios para proyectos de construcción de viviendas y oficinas en todo el territorio nacional. Sin lugar a dudas era el grupo bancario con mayor número de créditos otorgados a favor de familias y personas, para adquisición de viviendas.
Alternando posiciones con Banco Provincial, era el primer banco en los programas de financiación de la agricultura, el turismo, las obras públicas y la pequeña y mediana industria, era también el líder en la financiación a los contratistas de la industria petrolera.
Tanto los edificios sedes de la Embajada Norteamericana, de Petróleos de Venezuela, en la mayoría de sus filiales, como algunos cuarteles policiales o de las fuerzas armadas, contaban con una oficina exclusiva de esta institución. En algunas poblaciones de Venezuela, el único ente bancario existente era el Banco Latino.

A nivel Internacional, el grupo estaba constituido por el Banco Latino NV de Curazao, el Banco Latino de Colombia con sede en Bogotá, el Banco Latino Internacional en Miami-Florida, el Interunion Bank N.V en sociedad con el grupo holandés ING y una oficina de representación comercial para Europa con sede en París, Francia.
El 16 de Enero de 1.994, por una muy polémica decisión, el BANCO LATINO fue intervenido y cerrado temporalmente por las autoridades financieras de Venezuela. Bajo la administración gubernamental recibió un amplio respaldo económico que, por contraste y en mucha menor cuantía, le fue negado a sus accionistas privados.
A través de los bancos Hipotecario de Occidente e Hipotecario del Zulia y de las Entidades de Ahorro y Préstamo, Miranda y Central, manejaba más del 30% de la cartera de préstamos hipotecarios para proyectos de construcción de viviendas y oficinas en todo el territorio nacional. Sin lugar a dudas era el grupo bancario con mayor número de créditos otorgados a favor de familias y personas, para adquisición de viviendas.
Alternando posiciones con Banco Provincial, era el primer banco en los programas de financiación de la agricultura, el turismo, las obras públicas y la pequeña y mediana industria, era también el líder en la financiación a los contratistas de la industria petrolera.
Tanto los edificios sedes de la Embajada Norteamericana, de Petróleos de Venezuela, en la mayoría de sus filiales, como algunos cuarteles policiales o de las fuerzas armadas, contaban con una oficina exclusiva de esta institución. En algunas poblaciones de Venezuela, el único ente bancario existente era el Banco Latino.

Pese al ilimitado respaldo gubernamental, los administradores públicos fracasaron en su gestión y sin justificación, no cancelaron algunos depósitos del público al 100%, discriminando a la clientela del Latino. Luego de innumerables promesas de privatización, por resolución No. 265 de fecha 23 de agosto de 2000, emanada de la Junta de Regulación Financiera, publicada en Gaceta Oficial No. 37.027 de fecha 1° de septiembre de 2000, el banco fue liquidado. Los administradores públicos responsables por este descalabro, nunca han presentado cuentas
El escenario económico para la época de la intervención fue descrito por Ruth de Krivoy, entonces presidente del Banco Central de Venezuela, así:
«Los problemas del sistema bancario se acentuaron en 1993, a medida que la economía venezolana era afectada por una inflación creciente, por la caída en la inversión y el ritmo de actividad de la economía, por las presiones sobre el mercado financiero domestico a causa del déficit del fisco y también de PDVSA, ante los obstáculos enfrentados para acceder al financiamiento internacional, a raíz del intento de golpe de estado del 27 de Noviembre de 1992, por los atrasos en los pagos del Gobierno a los contratistas y proveedores; y por las dificultades para lograr un financiamiento ordenado del déficit ante el virtual cese del crédito externo para el estado venezolano …»
Como ya dijimos, el 16 de Enero de 1994, primera quincena del año, luego de una masiva «corrida» de depósitos que succionó mas de un tercio de los depósitos totales del banco en menos de un mes, y tras negársele asistencia financiera por parte del Banco Central de Venezuela y FOGADE, el BANCO LATINO fue intervenido por las autoridades financieras, quienes lo mantuvieron cerrado por un período de 83 días, creando un caos en la población y en el funcionamiento de las instituciones económicas del país.
Los antecedentes, entretelones y consecuencias de esta polémica decisión de las autoridades financieras venezolanas, son analizados en esta página de web.
En medio del ambiente descrito, el cierre del BANCO LATINO operó como un detonante, lo que hizo emerger una verdadera crisis financiera. La perturbación sistémica era un problema conocido por el Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Hacienda. Las autoridades, primero la ocultaron bajo un confuso discurso anti BANCO LATINO y posteriormente, se mostraron incapaces de manejar las consecuencias de su insólita decisión. Las mencionadas situaciones impactaron aproximadamente al 60% de la industria bancaria, que colapsó, siendo el resto de las instituciones financieras objeto de un tratamiento especial para protegerlas y fortalecerlas.

Durante los dos años que precedieron a la intervención y cierre del Banco Latino, Venezuela experimentó el más complejo escenario social, político y económico de su historia democrática. Dos intentos de golpe de estado (4 de Febrero y 27 de Noviembre de 1992) y la ruptura del hilo constitucional por el recorte del período presidencial del Sr. Carlos Andrés Pérez conmovieron a todos los sectores del país. Por primera vez en los 40 años de democracia, el Congreso y la Corte Suprema de Justicia suspendieron a un Presidente y lo expulsaron del palacio de gobierno.
Por varios meses el país experimentó la acción solapada de cuatro presidentes de la República. Primero un gobierno bicéfalo encabezado por el propio Carlos Andrés Pérez que ocupaba la residencia presidencial como Presidente suspendido y Octavio Lepage, Presidente del Senado, que despachaba desde el palacio gubernamental como Presidente en funciones. Después de la expulsión definitiva del Presidente Carlos Andrés Pérez y la destitución de Octavio Lepage, por otra maniobra parlamentaria, Ramón J. Velásquez fue designado Presidente Provisional despachando desde el palacio presidencial, mientras Rafael Caldera, quién fue electo Presidente en Diciembre de 1993, detentaba todo el poder e influencia.
Con la carga desestabilizadora típica en los países del llamado «tercer mundo», en Junio de 1993, en medio de todo el descalabro presidencial, el país concurrió a la primera elección uninominal para Asambleas Legislativas y Alcaldías y luego, en Diciembre del mismo año, a unas elecciones para Presidente de la Republica y Congreso Nacional.
Como ya dijimos, en dicho proceso, el Candidato de Convergencia o «el chiripero» y del Partido Comunista Venezolano, Rafael Antonio Caldera, fue re-electo Presidente de la República para el período 1.994 – 1.999

El principal accionista y líder del grupo Latino, Pedro R. Tinoco hijo, presidió el BANCO LATINO desde el 29 de Julio de 1.974 hasta Enero de 1.990 cuando decidió incorporarse al Gobierno de Carlos Andrés Pérez como Presidente del Banco Central de Venezuela, cargo que ejerció hasta Febrero de 1.992.
Con anterioridad había sido Ministro de Hacienda durante el primer gobierno de Rafael Caldera y Comisionado Presidencial para la Reforma del Estado durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez. Falleció en Marzo de 1.993.



Antonio Ugueto Trujillo, economista con una amplia carrera en las finanzas públicas, sustituyó a Pedro R. Tinoco hijo como presidente de la institución desde Enero de 1990, hasta finales de Septiembre de 1992, cuando por aprobación de la asamblea de accionistas de una propuesta de su ex Presidente Pedro Tinoco hijo, Gustavo Gómez López, abogado con mas de 16 años de servicio en el grupo Latino, fue electo presidente de la Junta Directiva del Banco, posición que ejerció entre finales de Septiembre de 1.992 y el 15 de Diciembre de 1993, cuando renunció al cargo. Posteriormente, Giacomo León un funcionario con mas de 40 años de servicio en la institución, quien era el Presidente ejecutivo del Banco, asumió la presidencia de la Junta Directiva, hasta el 16 de Enero de 1994, fecha de la intervención y cierre del banco.

El periodista Ricardo Escalante, quien fue jefe de prensa del Palacio de Miraflores durante las presidencias de Octavio Lepage y Ramón José Velásquez, expresó en su libro «De la Caída de Pérez a la del Banco Latino» que: » ya para el momento que asume la presidencia el Dr. Ramón José Velásquez (Mayo 1.993), al banco se le denominaba EL BANCO DE PEREZ…». Toda clase de rumores indemostrables provenientes del gobierno, asociaban al banco y a sus directivos con movimientos desestabilizadores y asonadas militares.
Con posterioridad a la expulsión del Presidente Carlos Andrés Pérez en 1.993, la campaña contra el banco y relacionados con la administración privada de la institución y en particular contra Gustavo Gómez López y su esposa Claudia Febres Cordero, no tienen precedente en la historia política y financiera venezolana.
El dispendio de recursos desplegados por Rafael Caldera, su séquito y los cuestionados administradores públicos del BANCO LATINO, la manipulación de cifras y testimonios, la creación de tribunales “ad hoc” y el uso de la maquinaria gubernamental para la destrucción de simples ciudadanos, fue motorizada por los retorcidos odios característicos de un gobernante incapaz y corrupto necesitado de encubrir sus fracasos.
En esta página encontrará Usted la documentación necesaria para hacerse una idea clara y desprejuiciada del papel cumplido por esta institución y sus directivos en la vida económica del país, sobre la violenta persecución y los resultados de una lucha constante y disciplinada por esclarecer sus verdades.

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