AUSTERIDAD DE LOS INTERVENTORES

Factura vuelo 31/3/1.995

La opinión pública supuso, y con justicia, que al producirse la Intervención del Banco Latino, la gerencia pública a cargo del mismo, asumiría una conducta austera, en protección de los activos de la institución y especialmente, administrando con buen criterio los recursos asignados por el Estado, para la rehabilitación acordada.

El caso es que si analizamos esta factura anexa, emitida a cargo de la administración presidida por Gustavo Roosen, encontraremos dos cosas, por lo menos, una: el enorme dispendio en alquiler de aviones privados destinados a la persecución personal contra los demandados en el fracasado juicio en Miami; y segundo y mucho mas grave, es que el presidente de la Junta Interventora, alquilaba aeronaves pagadas con fondos estatales, para trasladarse a ciudades tan cercanas a Caracas, como la ciudad de VALENCIA (menos de 150 kilometros). Viendo estos exceso, se puede entender el porque, la inmensa cantidad de recursos destinados a la rehabilitación, terminaron totalmente perdidos y sin resultados.

Estos excesos, nunca generaron responsabilidad alguna.