ALFONSO ESPINOSA HABLA DE LA PRIVATIZACIÓN DEL BANCO

CONTRASTE ESTAS PALABRAS CON LAS REALIDADES. (RESOLUCIÓN DE LIQUIDACIÓN, INFORME DE LA COMISIÓN DE CONTRALORÍA DEL CONGRESO, MONTO DE LAS RECUPERACIONES)


Con asociación estratégica buscan nuevo dueño del Latino. A dos años de su traumática intervención, el Banco Latino intenta retomar el proceso de rehabilitación y privatización delente. Según Alfonso Espinosa, presidente de la institución financiera, el proceso de venta de la entidad no pudo iniciarse el año pasado, tal como lo había planteado la administración de Gustavo Roosen, debido al retardo que tuvo el Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria, Fogade, en la documentación de los pasivos (156.775 millones de bolívares) que la Institución recibió por las migraciones de los depósitos de los 400.000 clientes de los bancos Progreso, Italo Venezolano y Profesional.

La demora que tuvo la separación legal y administrativa del “banco bueno” del “malo” también afectó los planes de venta del Latino. La lentitud de estos procesos originaron a la entidad estatal costosas cargas financieras (pago de intereses y provisiones por créditos malos), superiores a los 5.000 millones de bolívares mensuales, que debió cubrir con sus inversiones en valores.

Señaló que las obligaciones que mantenía el viejo Latino por concepto de créditos demorados (cerca de 100.000 millones de bolívares) y otros activos (inmuebles) serán absorbidas por la empresa recuperadora. Esta compañía iniciará actividades con una cartera de 45.000 millones de bolívares.

En la medida en que la recuperadora vaya vendiendo los bienes irá amortizando la deuda que le quedará con el Latino, que será de 40.000 millones de bolívares. Sus autoridades esperan que la recuperadora les genere mensualmente, por concepto de venta de activos y cobro de créditos, unos 200 millones de bolívares. Al momento de la privatización la empresa pasará a manos de Fogade.

Recordó que existen unas deudas pendientes del Latino N. V. de Curazao y del Consorcio Financiero Latino por 26.000 millones de bolívares que serán documentadas en los próximos 40 días.

Como parte de la estrategia de privatización la directiva del Latino está estudiando dos opciones: la asociación estratégica con algún banco que luego se convertiría en accionista mayoritario; y la venta a través de una subasta internacional con el apoyo de un banco de inversión, tal como se ha hecho con el Consolidado y el Venezuela. Espinoza reconoció que el plan de venta se decidirá en los próximos meses, dependiendo de los contactos que se logren con los inversionistas.

Para «blindar» el proceso de venta del Latino y atraer a los posibles compradores la Procuraduría General de la República elaborará un documento donde Fogade asumirá los juicios que se intenten contra la entidad bancaria antes y después de su venta.